En muchas ocasiones, al oír hablar a algún que otro sindicalista sobre las denuncias, no puedo dejar de recordar esa pseudofiesta que se celebra el 31 de octubre, y me los imagino ante la empresa preguntando ¿Truco o trato?.
Son muchos, cada vez más, los compañeros que huyen de las denuncias a la empresa, esto es un hecho que cualquier delegado sindical te puede acreditar a poco que tenga algo de experiencia. ¿Los motivos? Cada uno tiene el suyo, miedo, tener buena disposición con la empresa, resultarle engorroso el papeleo, etc. Lo importante del tema es que son muchas las personas que incluso no desean ser relacionadas con ciertos sindicatos "guerrilleros". Mi opinión es clara, solo hay que denunciar cuando se agotan todas las vías posibles de negociación y siempre que el perjudicado esté de acuerdo, reuniendo todas las pruebas y argumentando ante la inspección cuales son los derechos lesionados del trabajador.
Cuando nos vemos en la disyuntiva, lo primero es abrir el dialogo con la otra parte, buscar las trescientas posibilidades y tratar de llegar a un acuerdo que no perjudique a nadie y a ser posible que ambos se beneficien. Evidentemente no siempre es posible y aquí es donde debe decidir el propio\a dagnificado, sin presiones por parte sindical. Los sindicatos debemos asesorar, mostrar precedentes y dejar que el trabajador ponga sus pros y contras en la balanza para decidir, ya sabes "yo soy yo y mis circunstancias", porque después el sindicalista se va a su casa.
No dejes que te empujen, que el sindicato te aconseje pero se tu quien tenga la última palabra.
Repito, mi opinión personal ¿Denuncia? Si, pero solo cuando se agoten todas las vias posibles, no juegues al truco o trato.